La infraestructura Cloud-to-Edge es una solución innovadora que permite distribuir el procesamiento y almacenamiento de datos desde la nube central hasta los dispositivos en el borde de la red. Esto mejora la eficiencia, reduce la latencia y permite una toma de decisiones más rápida en entornos distribuidos. Las empresas y universidades pueden beneficiarse de esta arquitectura optimizando sus flujos de trabajo y asegurando un rendimiento confiable en tiempo real.

Gracias a la computación en el borde, los dispositivos conectados pueden procesar información localmente antes de enviarla a la nube, lo que reduce el tráfico de datos y mejora la seguridad. Esta tecnología es clave en el desarrollo de soluciones para IoT, ciudades inteligentes y automatización industrial.